El chocolate llegó a Europa (y triunfó) alrededor del siglo XVI, primero en forma de bebida, luego en forma de pasta/bombón gracias a los maestros de Turín y, finalmente, en forma de una potente tarta. En el estado alemán de Baden-Württemberg se encuentra una zona llamada Foresta Negra (aka, Selva Negra), del alemán Der Schwarzwald, cuyo nombre evoca la oscuridad y el misterio que envuelve esa región. Además de su ambientación tenebrosa, la zona también es famosa por sus cerezas agrias, que se obtienen de macerarlas en Kirsch, un destilado doble.

Cuenta la leyenda que los pasteleros de la zona usaron las cerezas y el recién llegado chocolate para crear un pastel que representara a su región: la Selva Negra, una tarta compuesta de varias capas de bizcocho de chocolate empapado en Kisch, relleno de nata y mermelada de cerezas y recubierto de crema chantilly, virutas de chocolate y cerezas.

Ingredientes para 4 personas

150 g de harina
2 cucharadas de levadura Royal
1 cucharada de café soluble
1 cucharada de cacao
6 huevos
150 g de azúcar glacé
1 cucharada de zumo de limón
75 g de chocolate rallado
1 cucharada de harina
1 cucharada de azúcar
mantequilla para engrasar

Relleno

1 tarro de cerezas negras sin hueso
1 y 1/2 copas de kirsch
1/2 k de nata montada
viruta de chocolate

Preparación

1. Untar de mantequilla 2 moldes redondos de 22 cm, forrar con papel albal, engrasar de nuevo y espolvorear con el azúcar y harina. 2. Tamizar la harina con el royal, café y cacao. 3. En un bol, batir las yemas con el azúcar, incorporar el zumo de limón y chocolate. 4. Batir las claras a punto de nieve. 5. Añadir a las yemas las claras poco a poco, alternando con la harina hasta que quede bien ligado. 6. Dividir la mezcla entre los moldes. 7. Cocer en el horno a 180ºC durante 20 min. Cuando estén templados desmoldar y dejar enfriar. 8. Escurrir las cerezas y mezclar el líquido con el kirsch. 9. Dividir en dos cada bizcocho. Colocar el primero y rociar con Kirsch, cubrir con una capa de nata y cerezas. Repetir la operación hasta que se acabe el bizcocho. 10. Finalmente, cubrirlo todo con nata y adornar con la viruta de chocolate.