Buñuelos de Semana Santa
- Lunala Art
- 26 mar 2018
- 3 Min. de lectura
Cómo hacer buñuelos de Semana Santa. Los buñuelos del Ampurdán son una de las recetas dulces más tradicionales de la Semana Santa.

Esta variedad de buñuelos, típica de esa región catalana, incorpora anís tanto en forma de semillas como de licor, y cuenta como ingrediente secreto con una pequeña cantidad de manteca de cerdo que le da ese punto contundente que se suma al dulce.
Se dice que la palabra buñuelo proviene del término puñuelo, nombre que se le daba en Roma a un postre que se amasaba con los puños; aunque el origen de la receta parece venir de la cultura árabe. Sus ingredientes principales son harina (de fuerza para que crezca), leche y huevo, sin olvidar la levadura fresca.
Ingredientes para Buñuelos de Semana Santa
400 g. de harina de fuerza
10 g. de levadura fresca
5 g. de semillas de anís
1 huevo grande
55 g. de azúcar
Ralladura de medio limón
150 ml. de leche entera templada
100 ml de licor de anís
30 g. de manteca de cerdo
75 ml. de agua
Sal (una pizca)
Azúcar blanquilla o en polvo para rebozar
Preparación de la base de los buñuelos de Semana Santa
Ponemos la harina en un bol o un cuenco grande. Desmenuzamos la levadura con los dedos, sobre la harina.
Mezclamos bien con la ayuda de una varilla manual, asegurándonos de que no quedan grumos.
Añadimos el anís en grano, el azúcar y una pizca de sal.
En otro cuenco, batimos 30 ml. de anís con la leche y el huevo.
Incorporamos el líquido batido a la harina. Comenzamos mezclando con una espátula o una cuchara de madera y acabamos amasando con las manos.
Echamos la manteca de cerdo poco a poco mientras seguimos trabajando la masa con las manos. Seguimos hasta tener una mezcla homogénea y elástica.
Embadurnamos un bol con aceite de oliva y echamos la masa con la ayuda de una espátula. Tapamos con un trapo seco y dejamos levedar una hora y media o hasta que su tamaño se haya multiplicado por dos.
Hacemos pequeñas bolas de masa con los dedos y las colocamos sobre una bandeja de horno untada con aceite o tapada con una hoja de silicona.
Cubrimos las bolas con un paño seco y dejamos que fermenten una hora más.
Forma y fritura de los buñuelos de Ampurdán
Ponemos a calentar a fuego medio una sartén con abundante aceite neutro (de girasol o de oliva suave) para que no le aporte más sabor a la masa.
Hacemos un agujero en cada bola con la ayuda de los dedos y freímos los buñuelos por ambos lados.
La dificultad de este postre está en la temperatura del aceite. Ya que si está poco caliente la masa cae al fondo y debe procurarse que se mantenga a flote. Pero si está demasiado caliente se forma una envoltura seca alrededor del buñuelo que impide que éste crezca.
Además si el aceite está muy caliente, se nos dorarán muy rápidamente y quedarán crudos por dentro. La primera tanda nos servirá para probar las siguientes y que nos salgan de rechupete.
Los sacamos a un plato cubierto con papel absorbente. En un vaso, mezclamos el resto del licor de anís con agua.
Presentación final de los buñuelos
Con un pincel, pintamos los buñuelos con la mezcla, y los pasamos inmediatamente por azúcar.
Podemos servir los buñuelos templados o fríos, es lo de menos. Lo que está claro es que son un postre delicioso para llevar a la mesa junto con el café, y una grata y dulce sorpresa para el desayuno o la merienda.
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